Esta imagen está bajada de la red.
He visto muchas películas
como la que vi ayer pero esta me ha dejado más mal que las que haya podido ver.
Todavía sigo dándole vueltas en mi cabeza, puesto que estaba basada en hechos
reales.
Trata de las redes y
de cómo nos fiamos y confiamos, todos nuestros datos a no se sabe quien.
Un matrimonio, ella
ayuda a chavales con cierta dosis de agresividad en un colegio y él, arquitecto
en paro. Él chatea con Alison, una muchacha con problemas graves mentales. Evidentemente
él no lo sabe, pero intentará hacerle la vida imposible a su esposa. Y vaya si
la hace. Hasta tal extremo que peligra su trabajo, su vida y hasta su credibilidad.
Me dejó muy mal saber de boca.
Somos demasiado confiados,
contamos cosas que luego las pueden utilizar en nuestra contra y sin embargo,
no le damos la mínima importancia y la tiene, vaya si la tiene.
Hay personas muy
reacias a conectar la Web-Can, cuando es lo más fiable que existe hoy por hoy,
para ver si en realidad a quien tienes al otro lado, es quien dice ser.
Ana Giner.
2 comentarios:
Qué miedo. Solo con pensar que todo cuanto dices, cuentas y confías en alguien, puede ser lanzado a la red sin más escrúpulos que el que pueda tener dicha persona, tan solo por hacer daño, es para mi, impensable como mínimo.
Ojala hubiera manera de poder cazar a estos depravados/as, que lo único que buscar es el dolor ajeno, sin medir las consecuencias , que pueden resultar de sus depravaciones.
Muy buena entrada Ana, gracias por recordarnos que hay que tener mucho cuidado a quien le cuentas tu vida por la red.
un beso y ya sabes, muchos te quieros.
hola Ana,
tienes toda la razón!
Hace poco apareció en la prensa de ninas que chateaban con hombres pedofiles muy mayores de edad y se hacían pasar por chicos de 16 y 17 agnos.
Increíble, pero así ocurre!
Tenemos (no debemos) tenemos que tener mucho cuidado con el Internet y sus chats sociales!
un abrazo^^
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