No quiso entender que solo fue, lo que fue,
jamás me entregaré totalmente a nadie.
Tal vez ahora, se dé cuenta que no mentía,
que era verdad, cuando le decía que no
podría sentirme encadena a nadie.
Es mejor darle besos al aire que
seguro que el viento me comprende
mejor que él y que nadie.
No quiso aceptar que amara a la vida
por encima de él.
Amor, amar, palabra que con ella se juega
y que a todos, nos viene muy grande.
Un día mirándole a los ojos
le confesé que no podía ser, y él,
pedía más, y más, no conformándose
con la parte que podía darle.
-Es que mí libertad está por encima de la soledad,
-le dije-, me miró y sonriendo, sonriendo,
y no me creyó.
Cuanto más lo reflexiono, más convencida estoy,
es mucho más gratificante darle besos al aire.
No supo ser amigo, ni tampoco amante.
A.G.
Poema "Inédito"
Registrado por la Ley de la Propiedad Intelectual.
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