A
ti mujer que das sin esperar
nada
a cambio, dejando de lado
tu
hermosa figura, olvidando las
cicatrices
que sufrirás para ofrecer
con
ilusión tu vientre a la vida.
A
ti mujer que amamantas
de
tus pechos alimento, y
entregas
miles de caricias sin
esperar
nada a cambio.
Sí.
A ti mujer, que proteges a tus retoños
con
uñas y dientes si están en peligro y
fuese
necesario.
A
ti mujer, que te das a los tuyos
en
cuerpo y alma, aun sabiendo
que
no existe gratitud humana
para
ti en este mundo.
A
ti mujer que te levantas sonriente y feliz
cada
día, luchando ante toda adversidad,
trabajando
de sol a sol para que a tu familia
nada
le falte.
Sí.
Sí. A ti mujer que con un beso de tu esposo
y
un “mamá, te quiero”, te sientes la mujer
más
dichosa, dando por recompensados
tantos
sacrificios y esfuerzos.
Ana Giner