Respetar y el saber estar. Es mi lema para vivir de frente la vida. Amo a los animales por encima de muchos humanos. Casi siempre me dejo guiar por el corazón, aunque me lleve muchos disgustos, pero no me importa, prefiero ofrecer amor incondicional, que pasar por la vida sin ofrecer nada. Soy amiga de mis amigos y los defiendo con la mejor arma que tengo, la sinceridad y verdad. Aun no siendo rencorosa y perdonar con facilidad, aparto sin temblarme el pulso, a las personas toxicas y que traicionan mi amistad. Si no te gusta mi manera de pensar, si no eres defensora/ or de los animales; no me interesas ni como humano, ni como amigo. Te agradecería que me borraras de tus amigos y salieras de esta página.

domingo, 1 de noviembre de 2009

El placer de sentir placer









Mis labios rozan por


tú frondoso pubis


y tú mirada encendida.





Tus manos acercándose


a mis pechos,


que de contento,


están firmes por el deseo.





No pierdas de vista


mi jardín que prominente


te invita al deseo.





Apresúrate y


adéntrate en él,


que mis piernas


se entreabren,


para que lo riegues


con tú savia.





A.G.

 Poema
erótico e inédito de mí próximo libro.






lunes, 26 de octubre de 2009

Ellos








Capitulo 4





Se estremeció cuando oyó poner las
llaves en la cerradura de la puerta. Sentada en el sofá miró con cariño a su
amiga y le dijo que por favor la dejara sola para poder hablar con su marido,
era necesario que lo supiera, iba a contarle toda la verdad. Su marido se
asustó cuando la miró.



-¿Que pasa cariño? ¿No te
encuentras bien? ¿Que te ha ocurrido?



Le pregunto.


Ella sin omitir palabra le contó
la verdad de lo que había pasado y que todo había terminado porque ahora había
muerto.



Hubo un silencio que se hizo
eterno. La miro con mucha ternura, se acercó a ella y la abrazó con tanto
cariño que ella se derrumbó. Allí permanecieron los dos abrazados sin darse
cuenta que habían perdido la noción del tiempo.



Su marido le secó las lágrimas y
mirándole a los ojos le dijo que él solo quería su felicidad. Se abrazaron. Él
le dijo que tomara la decisión que tomara, siempre estaría esperándola en casa
cuando



regresara.





Fin


jueves, 22 de octubre de 2009

Ellos







Capítulo 3







Había un accidente con múltiples vehículos implicados en la
carretera destino Alicante Murcia. Ambulancias, atestados, policía. Ella iba
palideciendo por momentos. Él se había ido a ver unas tierras para ponerlas a la
venta y regresar a su lado lo antes posible.




-¿Señora está usted ahí?



Pregunto la voz al otro lado del
teléfono.




Sí, sí, estoy aquí. Por favor, ¿me puede decir que ha
pasado?




Bueno hay heridos de consideración y hay un hombre que nos ha
dicho que por favor la llamásemos para que no estuviera
preocupada.




-Perdone. ¿Pero él esta bien?



-Un momento por favor llaman a la puerta. Espere un
segundo.




-Sí, si vaya no se preocupe espero.



Fue corriendo abrir la puerta, era su amiga, por la cara que le
vio se asusto. ¿Qué té pasa?




Le pregunto.



Ella le comentó y le dijo que se esperara un
momento.




-Señor ya estoy aquí, ¿dígame por favor como está
él?




-¿Está bien?



-No señora, no está bien.



Hubo un silencio que se tornó en escalofrió que le recorrió todo
el cuerpo quedando completamente helada.




-No señora, lamentablemente ha
fallecido.




-¿Cómo?



Hizo un gran esfuerzo por mantener la calma, pero se desvaneció
sin poder remediarlo. Cuando volvió en sí vio a su amiga, no podía articular
palabra. Era como si no fuera real lo que había sucedido. Las ideas le
martilleaban la cabeza. ¿Cómo iba ella ahora a verle? No podía, estaba apunto de
llegar su marido a casa. ¿Cómo le iba a decir que se iba a hacía Alicante ya que
había ocurrido una desgracia y le había costado la vida a su gran amor? ¿Cómo le
decía ella eso a su marido? Ella seguía queriendo a su marido, no quería hacerle
daño. Su amiga intentó que hablara que gritara, pero ella estaba como loca
intentando pensar como verle por última vez.








Continuará……..

lunes, 19 de octubre de 2009

Ellos









Ellos


Sintieron una atracción irresistible el uno
hacia el otro desde el primer momento. Hicieron el amor una y otra vez hasta
quedar exhaustos ¿Cómo iba ella a pensar que lo que estaba sintiendo le pudiera
suceder? Necesitaba a toda costa estar con él y cada minuto le deseaba más.
Nunca había sentido nada igual. Él desde el primer momento le dijo que la
quería, aunque ella no se lo creyó del todo, tanta gente le había dicho lo
mismo, que esta vez ¿por qué iba a ser diferente? Pero esta vez y probablemente
solo por esta vez, ella se equivocaba. Juntos no deseaban nada más, tenían todo
lo que necesitaba el ser humano. Amor, amistad, cariño, sexo, comprensión, se
deseaban mutuamente, como si con ello les fuera la vida. Se buscaban para poder
vivir, estar separados, era como estar muerto en vida. Él le había dicho que la
amaba como antes no había amado a ninguna mujer; ella aunque no era libre y sus
sentimientos estaban compartidos, sentía que era el hombre que le daba vida. Su
amor estaba por encima de cualquier adversidad aunque las circunstancias de la
vida jugaran con ellos retándoles y poniéndoles a prueba su amor como ya habían
comprobado, pues no les importaban ni los retos ni las pruebas, se amaban a
rabiar ¿Cómo habían estado todo este tiempo sin conocerse? Eran el uno para el
otro, era increíble. Él, un hombre escultural, cuerpo perfecto en todos los
aspectos, alto, rubio, ojos azules, sensible, muy sensible. ¡Cómo no iba ella a
enamorarse de él, era imposible! Aunque ella no quería que aquello pasara, pasó.







Ella una mujer que aunque no era muy alta tenía
virtudes y cualidades que saltaban a la vista, guapa por dentro y por fuera, morena
de ojos verdes de espíritu libre, valiente, no había reto que no pudiera ver la
parte buena y aprender de la experiencia. Por su manera de ser había sufrido
demasiado para creer en el amor, era lista, inteligente y sabía que no había
nada que no tuviera un principio y un fin con lo cual estaba escarmentada de
tanta mentira por parte de algunos hombres. Jamás se hubiera imaginado que
sentiría algo así en toda su vida. Ya que había sufrido tanto, tanto, se había
cerrado al amor. Por su trabajo viajaba por el mundo sin compromiso alguno,
conocía gente muy agradable, la hacían feliz en algunos momentos y aspectos de
la vida y aunque despedía por cada poro de su piel sensibilidad, su corazón
solo se lo había entregado a su marido a nadie más, había sido solo de su
propiedad hasta ahora. Sí. Hasta ahora su marido era él único. No entendía
porque de aquella sensación en su estomago que llegaba a cortarle la respiración.
Era feliz, la felicidad se notaba el brillo de sus ojos. Y sin embargo estaba
nerviosa, inquieta, como si algo fuera a pasar. Eran imaginaciones de ella por
temor a sentirse tan feliz, se dijo. Un día en el mes de agosto, sonó su
teléfono, nunca se hubiera imaginado la noticia tan terrible que le iban a dar.



lunes, 5 de octubre de 2009

Segura de ti misma












Ausencia de
confianza,



vida perdida con



conciencias
desgarradas.






Yo empiezo a amarte



adulta y segura de



mis propios



sentimientos.





Pero aun
así,



nunca pondré



en tus manos



mí vida.





Como tampoco



quiero la tuya



en las
mías.






Si en realidad



quieres estar
conmigo



solo, compartiremos
juntos,



el sendero del
destino.






Tal vez no lo entiendas



pero es la principal



enseñanza de
tener



confianza plena,



en uno mismo.





 A.G


©