Entre suspiros perdidos

            Este
poema es de un buen amigo.

  

 Hoy
pienso en ti, enredando mis dedos

traviesos,
entre la negra noche de tus cabellos

azabache
telón, sobre tus desnudos senos.

Siento
tu cuerpo calido de adolescente

vibrar
con el ardor de mujer contra mi piel,

saboreando
la fruta madura de tus labios,

mariposas
sobre mi cuerpo tus manos.

Miro mi
reflejo en los verdes lagos de tus ojos,

de tus
mejillas su dulces sonrojos,

de tus
garganta los suaves gemidos,

tu voz entre
palabras inconclusas,

entre
suspiros perdidos.

Bohemio

No hay más oportunidades

Esta
noche te invitare a entrar,

esta
noche es la apropiada para

abandonarme
a tú amor,

esta
noche me dejare amar

esta
noche dejaré la luz encendida,

para que
me puedas contemplar.

Esta
noche miraras la verdad en

la
profundidad de mis verdes ojos,

esta
noche tan solo tú me amarás,

esta
noche no habrán reproches, ni

rencores,
ni malas caras, ni despedidas.

Esta
noche serás el protagonista

y yo, yo
entre tus brazos me abandonaré

confiada
que hayas entendido que

esta es,
la última oportunidad  de tú vida.



Poema Inédito.

Merlín

Me encontré con el mago Merlín. Quería saber por donde se
iba a no recuerdo que sitio y yo, muy amablemente se lo indiqué. Me sonrió y me
dijo, ¿Sabes quien soy? Sí. Le respondí, Es Merlín. Bien, pues pide lo que
quieras, nadie me dedicó una sonrisa como la tuya, ni nunca me miraron ojos tan
limpios como los tuyos Te concederé tres peticiones sin poner objeción ninguna.
Yo le pregunté ¿Estás usted seguro de lo que dice? Mire que soy exigente. No
importa, puedo conseguir todo cuanto desees. Le miré, no tuve que pensar mucho,
le  pedí. “Quiero que ningún ser humano
maltrate a ningún animal”. “Quiero que en La Madre Tierra,
terminen las guerras y que se respire solo amor” Y “Quiero la felicidad para
toda la humanidad”. Vaya, vaya.  Me han
pedido, oro, casas, coches, riquezas, pero nunca valores como los que has
pedido tú. Pero….para ti no has pedido nada. Sí he pedido Merlín, yo formo
parte de la humanidad.

El placer de sentir placer

Mis
labios rozan por

tú frondoso
pubis

y tú
mirada encendida.

  

Tus
manos acercándose

a mis
pechos,

que de
contento,

están
firmes por el deseo.

No
pierdas de vista

mi
jardín que prominente

te
invita al deseo.

Apresúrate
y

adréntrate
en él,

que mis
piernas

se
entreabren,

para que
lo riegues

con tú savia.

No preguntes

Acaríciame,

no
importa no saber tu nombre,

envuélvete
entre mi piel erizada

de
pasión.

Tampoco
preguntes por mi nombre

eso
no es de vital importancia ahora,

solo
préstame tu cuerpo y permíteme que

sea
feliz por un rato.

Deja
que a través de tu sexo me sienta

libre
para amar.

©