Porque aun
siendo
tú,
has
cambiado
para
conmigo
y se
palpa
la
indiferencia
en
nuestra cama.
La noche
me niega
el placer
de tú
cuerpo y no
me
resigno
aceptar
la soledad
en la
que vivo
sumergida.
Sin yo
querer
me
obligas a buscar
ese
torso que tú
me
niegas aunque
no sea.
Caricias,
besos y
sexo
que me hagan
sentir
que sigo
estando
viva.
Pero, te
quiero.
Y sea
como sea,
se
imponen
los
sentimientos,
para
terminar,
no
importa lo
que
haga,
volviendo
contigo.