Es necesario echar la
vista atrás,
sin olvidar jamás
aquellos,
que nos defendieron y
lucharon
por los derechos de
todos.
A los que se quedaron
sin voz,
de tanto gritar por la
libertad,
cuando nosotros,
no
teníamos ni voz ni voto.
Échale ganas y pulso,
a
lo no establecido,
y defiende las
injusticias
que nos agobian y oprimen,
con las únicas armas,
que
por derecho tenemos,
la huelga, las
movilizaciones y la palabra.
Arranca de las
entrañas el miedo,
solo causa dolor,
nos
humilla y acobarda,
alcemos la voz, que se
nos oiga,
defiende a grandes y
pequeños,
a los pobres y a los
sin techo,
a los sin papeles,
y a
los que los tienen,
a débiles y rebeldes.
Revélate, ante
hipotecas asfixiantes,
facturas cargadas y
engrosadas,
nóminas ridículas,
quien las tenga,
que apenas dan para
comer.
Decretazos
injustificados,
la falta de trabajo, la
injusta justicia,
y reivindica tu
condición,
seas, homosexual,
heterosexual,
bisexual o travesti.
No sigamos engrosando
las arcas de los
poderosos,
salgamos a la calle,
¡gritemos!
qué se oigan nuestras
voces,
no permitamos más
explotaciones.
No más chupasangre,
no más poderosos ni ricos,
engrosando sus arcas,
con el sudor
de nuestra frente
con ciudadanos cada vez más pobres.
¡Basta ya!, de tantos sinvergüenzas,
viviendo a nuestra costa.
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