Poema de Ana Giner musíca @huerta_adri
Aquí en este preciso
momento,
sentados junto al mar,
explorando nuestros
cuerpos,
dejándonos llevar por
pasiones sin remedio.
Deslizas tus manos
entre mis piernas
y sin darme cuenta,
tu boca roza en mi flor
deseosa,
y una febril ansiedad
me recorre la columna dorsal
que llega abrasar las
entrañas.
Una oleada de espuma
blanca sucumbe tu cuerpo
para culminar lo que
jamás culminará,
porque es eterno.
Ana Giner