Disfrutar del sol, el mar o la montaña, nos vemos pronto.
No se tolerará verbalmente, ningún maltrato, ni a las personas, ni a los animales. "Sonríe, es la mejor medicina del mundo"
"Elijo a mis amigos, no por la piel u otra característica
cualquiera, sino por la pupila,
que tiene que tener brillo inquisidor
y tonalidad inquietante."
A mí no me interesan los buenos de espíritu ni los malos de hábito.
Me quedo con aquellos que hacen de mi un loco y un santo.
De ellos no quiero respuestas,
quiero que me traigan dudas y angustias
y aguanten lo peor que hay en mí.
Por eso, únicamente siendo loco quiero los santos,
para que no duden que las diferencias son buenas.
Elijo a mis amigos por la cara lavada y el alma expuesta.
No quiero solamente un hombro o un regazo,
quiero también su mayor alegría.
Amigo que no ríe conmigo no sabe sufrir a mi lado.
Mis amigos son todos así: mitad tontería, mitad inteligencia.
No quiero risas previsibles ni llantos piadosos.
Quiero amigos confiables, de aquéllos
que hacen de la realidad su fuente de aprendizaje,
pero luchan para que la fantasía no desaparezca.
No quiero amigos adultos ni aburridos,
los quiero mitad infancia y mitad vejez!
Niños para que no olviden el valor del viento sobre el rostro;
y viejos, para que nunca tengan prisa.
Tengo amigos para saber quién soy yo.
Pues viéndolos locos y santos, tontos y serios,
niños y viejos, nunca me olvidaré que “normalidad”
es una ilusión imbécil y estéril.”
Oscar Wilde
No
hay más que empezar a prohibir cosas imposibles, para crear mal estar,
divisiones y crispar a las personas. Me da que pensar que, con la
crispación, se pretende alejar a la población de los problemas reales
que tenemos encima. No voy a dar mi opinión de lo que opino del monóxido
de carbono que desprenden los aviones, ni lo que contaminan los
cruceros. No, esto será para otra historia. Me voy a centrar en la
prohibición de fumar en playas.